El poder de la imaginación: homenaje a Arthur C. Clarke

Stapledon ha tocado temas más profundos. Lem nos ha dado personajes más humanos. Ambos nos han dado una prosa más pulida, más bella.

Pero Clarke nos ha brindado una imaginación inigualable, casi sin límites: un ascensor hacia el espacio; el origen de la humanidad; un planeta convertido en sol; el hombre que flota solitario en el espacio dirigiéndose sin control hacia unas montañas en el lado oculto de la Luna; la humanidad tratando de salvarse de un Sol que se encamina a convertirse en nova… todo esto en un marco perfectamente compatible con los conocimientos científicos existentes en la época que vio nacer esos relatos.

Cierto, sus diálogos quizás no son de lo mejor, sus personajes resultan más bien esquemáticos… pero es la estructura de la historia, su trasfondo, su justificación lo que hace la diferencia. No importa si Bowman se salvó y Poole perdió la vida, importa el conflicto entre la Verdad y la Misión que confunde la lógica de HAL, importa el tercer encuentro con el Monolito y la evolución de la humanidad. No importa la existencia de la colonia de Thalassa o la misión Magallanes, ni siquiera importa la relación que se establece entre los protagonistas de ambas: importa el porqué colonia y misión fueron creados, el potente porqué que da vida a sus existencias.

Lo importante en Clarke es el poder inigualable de su imaginación.

.

NOTA: en orden de aparición, he nombrado los siguientes relatos de Clarke

The Fountains of Paradise

2001: Space Odyssey

2010: Odyssey Two

Maelstrom II (relato breve perteneciente a la recopilación The Wind from the Sun)

The Songs of Distant Earth

Anuncio publicitario

4 comentarios en “El poder de la imaginación: homenaje a Arthur C. Clarke

  1. The Song of Distant Earth es una inteligente versión del motín de la Bounty y Mike Oldfield publicón un disco homónimo que aprecio.

    También debemos a Clarke las «leyes de Clarke» (en particular, la de «cualquier tecnología avanzada es indistinguible de la magia»).

    Y horas y horas de relatos de algo mejor.

    Salud!!

    • Sí, ese disco de Mike Oldfield está entre lo mejor de su producción. Uno de mi discos favoritos.
      Otra cosa que debemos a Clarke son los satélites geoestacionarios… pero eso es otra historia 🙂
      Saludos

      • pues claro, al fin y al cabo era físico y de su dedicación se debe el esfuerzo en la «plausabilidad» de cuando usaba en sus libros.

        Incluso indirectamente se le deben sabas como Star Wars y todas las películas de ciencia-ficción actuales (mediante la maestría de Kubrick y esa joya de 2001, que comenzó, en palabras de Clarke, siendo un relato breve hasta que Kubrick decidió rodar la «proverbial buena película de ciencia ficción».

        Salud!!

Los comentarios están cerrados.